Cada empresa atiende a unas circunstancias particulares que son precisas conocer muy bien, independientemente del sector en el que opere. Lo primero que hacemos es entender el modelo de negocio de nuestros clientes: organización interna, mercados, clientes, ventajas competitivas, amenazas, fortalezas, oportunidades… con el objetivo de efectuar un preciso análisis y diagnóstico de la situación económico-financiera y poder elaborar una adecuada estrategia empresarial.
Este diagnóstico financiero se puede ampliar al análisis y optimización de la Estructura Financiera, de la Rentabilidad Económica, la Tesorería y Medios de Pago, la Gestión del Circulante y la Eficiencia en los Costes de la empresa.
Esta primera fase es fundamental para desarrollar una adecuada gestión económica global de la empresa, y nos ayuda a identificar posibles problemas financieros, las causas que los generan y aportar las mejores soluciones para poder implementar una estructura óptima en el control de la gestión empresarial. Además, si la empresa lo considera necesario, por nuestra experiencia y conocimiento de diferentes sectores y empresas, podemos asesorar a nuestros clientes en la reorientación y búsqueda de nuevas líneas de negocio.